LO BUENO Y LO MALO DE TRABAJAR DE PIE.

Investigando sobre este tema descubrí que el permanecer mucho tiempo de pie puede provocar dolores de espalda, inflamación de las piernas, problemas de circulación sanguínea, llagas en los pies y cansancio muscular. Y esto es apenas una muestra del grueso de mi Evaluación de Riesgos al trabajar de pie.

Trabajar de pie puede llegar a ser una tortura si no se toman medidas preventivas, cada oficio o profesión puede inducir a una mala postura que acaba afectando la salud y, por ende, nuestro rendimiento en el trabajo.

Trabajar de pie se traduce en muchas horas en posturas que, en ocasiones, pueden resultar molestas e inconvenientes. Si, aunado a esto tenemos que cargar con peso y trasladar material de un lugar a otro, la posibilidad de verse afectado de algún trastorno músculo esquelético o enfermedad ocupacional es mayor.

El estar de pie es una postura humana natural y en si misma no representa ningún riesgo particular para la salud. Sin embargo, trabajar de pie de manera regular puede provocar dolor en los pies, hinchazón de las piernas, venas varicosas, fatiga muscular general, dolor en la parte baja de la espalda, rigidez en el cuello y los hombros y otros problemas de salud.

Mantener el cuerpo en una posición vertical prolongada requiere considerable esfuerzo muscular que es particularmente dañino especialmente cuando se permanece de pie sin movimiento. Reduce el suministro de sangre a los músculos cargados. El trabajador sufre de tensión muscular al permanecer de pie de manera frecuente y prolongada, sin poder caminar lo cual aliviaría las molestias, hace que la sangre se aglutine en las piernas y los pies.

Cuando permanecer de pie se da de manera continua por períodos prolongados, puede resultar inflamación de las venas. Esta inflamación puede progresar con el tiempo hasta llegar a venas varicosas dolorosas y crónicas. El permanecer de pie de manera excesiva también contribuye a que las articulaciones de la columna, caderas, rodillas y pies se inmovilicen temporalmente o se bloqueen. Esta inmovilidad puede posteriormente llevar a enfermedades reumáticas debido al daño degenerativo en los tendones y ligamentos.

Estas condiciones ocurren comúnmente en donde el trabajo está diseñado sin considerar las características del cuerpo humano. Cuando el diseño de trabajo ignora las necesidades básicas del cuerpo humano así como de los trabajadores individuales; el trabajo puede provocar malestar a corto plazo y puede eventualmente llevar a problemas de salud crónicos y severos.

Porque mantener la misma postura en el espacio de trabajo durante mucho tiempo es perjudicial aunque no se cargue peso o se hagan tareas forzadas; una forma de prevenir las molestias posturales es intercalar períodos de movilidad, como pequeños descansos para prevenir la fatiga y la incomodidad.

La razón por la cual estar largas horas de pie se vuelve perjudicial es porque la actividad de los músculos de las piernas funcionan como válvulas para ayudar a retornar el flujo sanguíneo hacia el corazón; pero si se mantiene la postura vertical con mínimo movimiento estas válvulas no cumplen su función, las piernas se hinchan y las extremidades inferiores comienzan a doler.

Si a esto le sumamos que, para evitar la incomodidad de los pies se adoptan posturas extrañas y se curva en exceso la cintura o se vuelcan los hombros hacia atrás o adelante, el dolor en la zona lumbar no tarda en aparecer; la manera de evitar esta molestia es manteniendo elevado uno de los pies, afirmados sobre un peldaño o escalón, para intercambiar las piernas en apoyo cada determinado tiempo.

ERGONOMÍA EN EL PUESTO DE TRABAJO

Un puesto de trabajo bien diseñado, permite al trabajador la oportunidad de que halla suficiente espacio para moverse y para cambiar la posición del cuerpo adoptando posiciones bien balanceadas.

Se debe dar un asiento para que el trabajador pueda hacer el trabajo ya sea de pie, o bien sentado. El asiento debe colocar al trabajador a una altura que se acomode con el tipo de trabajo que se está haciendo. El empleador debe suministrar un asiento para permitir al trabajador sentarse ocasionalmente. Los asientos en el lugar de trabajo expanden una variedad de posibles posturas corporales.

Por otra parte, el calzado juega un papel importante, ya que contribuye con la comodidad de permanecer de pie.

• Sus pies solo pueden estar tan cómodos cuando el calzado se los permite.

• Utilice zapatos que no cambien la forma de su pie.

• Utilice zapatos que brinden un agarre firme en el talón. Si la parte de atrás del zapato es demasiado ancha 
  o demasiado suave, el pie resbalará, causando inestabilidad y malestar.

• Utilice zapatos que le den la libertad de mover sus dedos. Dolor y fatiga resultan de zapatos que son muy angostos o muy anchos. Asegúrese de que los zapatos tengan soportes para los arcos. Una falta de apoyo para el arco provoca aplanamiento del pie.

DIFUSIÓN DE LA PREVENCIÓN.

Es importante que el trabajador esté informado de los riesgos de salud en el lugar de trabajo. El trabajador debe entender cuáles movimientos corporales y cuáles posiciones contribuyen al malestar y las condiciones que provocan un malestar medio pueden llevar a lesiones crónicas a largo plazo.

El trabajador debe estar consciente de que los períodos de descanso son elementos importantes del trabajo. Los períodos de descanso deben utilizarse para relajarse cuando los músculos están cansados, para moverse cuando los músculos están rígidos, para caminar cuando el trabajo restringe la habilidad del trabajador de cambiar de postura o posición, entre otros. El trabajador también debe ser motivado a reportar malestares experimentados durante el trabajo. Esto puede resultar en condiciones de trabajo corregidas.

EL DEBER SER AL TRABAJAR DE PIE.

 Cambiar las posiciones de trabajo frecuentemente para que el trabajo en una posición sea de una razonable corta duración.

 Evitar inclinarse, estirarse y girar en extremo.

 Poner el ritmo de trabajo adecuado.

 Permitir que los trabajadores tengan períodos de descanso convenientes para relajarse; los ejercicios también pueden ayudar.

 Suministrar instrucción sobre prácticas de trabajo adecuadas y el uso de los recesos de descanso.

 Permitir a los trabajadores un período de ajuste cuando regresan a trabajar después de una ausencia por vacaciones o enfermedad para que regresen gradualmente a su ritmo regular de trabajo.

 Utilice zapatos con cordones.

 Amarre el cordón de su zapato firmemente. Así se evita que el pie resbale dentro del calzado.

 Use almohadillado debajo de la lengua si sufre de dolor en los huesos en la parte superior del pie.

 Utilice suelas almohadilladas absorbentes de golpes cuando trabaja en pisos de cemento o de metal.

 No utilice zapatos bajos.

 No utilice zapatos con tacones más altos de 5 cm.

 Escoja el calzado de acuerdo al riesgo en su lugar de trabajo.

 Seleccione calzado seguro y que tenga la clasificación adecuada para el riesgo.

 Seleccione el calzado tomando en cuenta el ajuste y comodidad individual.

 Debes disponer de un asiento para poder sentarte cada cierto tiempo.

 Comprueba si en tu tarea puedes trabajar con los brazos a lo largo del cuerpo y sin tener que encorvarte ni girar la espalda excesivamente.